Muchas mujeres sufren problemas de piel durante la menopausia, lo que puede suponer una carga para la mujer y su autoestima durante este momento emocional.
Pero es cierto que no es necesario tener que soportar las manchas en la piel durante la menopausia.
En este apartado te contamos por qué pueden aparecer y cuáles son los problemas en la piel más comunes durante la menopausia y lo que puedes hacer al respecto.
Índice
Además de los sofocos y los cambios de humor, también son frecuentes las manchas de sequedad, los granos, las rojeces y las manchas en la piel. El enrojecimiento y las manchas en la piel son de los síntomas más comunes de la menopausia.
Durante esta etapa, muchas mujeres sufren problemas con su piel similares a los que tuvieron que enfrentar durante la pubertad.
Las hormonas son responsables de los problemas de la piel durante la menopausia, sobre todo por el descenso de estrógenos que se produce en la mujer durante la menopausia.
La mayoría de las mujeres sufren sobre todo durante la perimenopausia, es decir, entre los 45 y los 50 años, los más visibles cambios o problemas en la piel como son las manchas. En esta etapa los niveles hormonales fluctúan con especial intensidad. Además, los problemas de la piel en la cara se hacen notar, lo que es aún más desagradable.
Cuando comienza la menopausia, es decir, doce meses después de la última regla, la piel se vuelve más sensible debido a cada vez está más seca, más fina y pierde su elasticidad.
La causa de los cambios en la piel durante la menopausia radica en la regresión simultánea del colágeno ya que esta proteína asegura que nuestro tejido conectivo y nuestra piel se mantengan elásticos. Las fibras de colágeno almacenan agua y forman una especie de almohadilla bajo nuestra piel, que la mantiene tersa y firme cuando está suficientemente hidratada. Casi el 80% de nuestra piel está formada por colágeno, pero este empieza a desaparecer con la edad.
El colágeno también da estructura a las arterias y los vasos sanguíneos que transportan la sangre desde el corazón al resto del cuerpo. Si el colágeno no es suficiente, las arterias pueden volverse débiles y frágiles.
Para que haya suficiente colágeno es necesario tener un nivel equilibrado de estrógenos, ya que estos promueven la producción del colágeno, por eso algunas mujeres experimentan un aumento de los problemas cutáneos durante la menopausia.
Como resultado, el contenido de colágeno de nuestra piel disminuye aproximadamente un 30% en los primeros cinco años después de la menopausia. Pero también ralentiza la renovación de las células de la piel y la curación de las heridas. Como nuestra piel se vuelve más fina al mismo tiempo, es aún más sensible.
Durante la menopausia, esto se manifiesta en problemas de la piel como:
Nuestra piel reacciona de forma especialmente sensible a la radiación UVA, ya que ésta daña además las fibras de colágeno ya debilitadas. Lo mismo pasa con la melanina, que no sólo es responsable del color de nuestro pelo, sino también del color marrón de nuestra piel al tomar el sol, la cual la protege de las quemaduras solares.
Para no someter a la piel a un estrés adicional durante la menopausia, debes evitar tomar el sol de forma prolongada, aunque sea difícil. Siempre debes utilizar cremas solares con una alta protección. Pero incluso con los protectores solares con un alto factor de protección solar, es recomendable mantenerse en la sombre durante las horas más calurosas del día.
Además de la deficiencia de estrógenos, el aumento del estrés durante la menopausia debido a los numerosos cambios físicos y a veces también psicológicos, puede provocar problemas en la piel.
Esto se debe a que la hormona testosterona, que se libera en el cuerpo femenino por el estrés, también provoca problemas en la piel de la cara, sobre todo en forma de acné.
A muchas mujeres les resulta difícil relajarse y hacer frente al estrés durante la menopausia, lo que podría causar trastornos adicionales que pueden estar relacionados con los problemas en la piel.
A diferencia de los principales problemas durante la pubertad, existen soluciones para mejorar el estado de la piel durante la menopausia.
Algunos síntomas, como la pérdida de elasticidad de la piel, que forma parte del proceso natural de envejecimiento, no pueden detenerse por completo. Sin embargo, se pueden contrarrestar haciendo pequeños cambios en tu día a día.
Al igual que muchos otros síntomas durante la menopausia, los problemas de la piel también pueden ser influenciados por una dieta equilibrada y saludable.
Durante la menopausia nuestra piel carece de más nutrientes y por ello se regenera con lentitud, por ello es importante intentar ingerir en tu dieta esas proteínass de las que careces durante la menopausia.
La actividad física regular y variada activa el flujo sanguíneo y estimula el transporte de nutrientes a la piel, lo que se ralentiza durante la menopausia.
El estrés excesivo puede provocar rápidamente la aparición de acné en la cara y un mal estado general de la piel. Al igual que con otros síntomas causados por la menopausia, es importante reducir el estrés en lo que se relaciona con el estado de la piel.
Gracias a actividades como el yoga, la lectura o pasear, se puede reducir el estrés. Tómate el tiempo suficiente para ti y para las cosas que mejor te ayudan a desconectar.
Esto también incluye un sueño saludable y reparador, ya que esto ayuda a todo el cuerpo, incluida la piel, a regenerarse. Si sufres de insomnio, no hay que desesperar: también hay una gran variedad de opciones de tratamiento que puedes consultar con tu médico.
Algunos principios activos de la fitoterapia también pueden utilizarse para contrarrestar algunos de los problemas de la piel durante la menopausia. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, los siguientes: el trébol rojo y cimicifuga, el extracto de soja y linaza, presentes en los preparados sin hormonas como Femarelle® Rejuvenate.
Algunos de estos productos a base de hierbas como Femarelle® Unstoppable no solo ayudan contra la sequedad de la piel, sino que también ayudan a aliviar los diversos síntomas de la sequedad vaginal.
Conoce qué ocurre en tu cuerpo y los posibles sofocos que puedan producirse durante la menopausia.
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